“Compañero” y “Hombre de maíz” dos textos breves de lucha
En esta compilación de únicamente dos textos, uno intento de prosa y el segundo un poema nacido a medias, trato de expresar lo que siento al ver estxs dos personajes que tanto me llenan de vida cuando intercambio palabras. Palabras que me dan energía para sobrellevar este mundo que se cae a pedazos, pedazos que la clase trabajadora lo labura como zapatista a su tierra.
No es más que un intento de lo que se quiere expresar al estar en una marcha, gritando, esa consigna por la que tu voz se queda ronca o imaginarse otro mundo más habitable donde como ya lo dijo Allende: “Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor”. Un intento que en la suma de los muchos nazcan oasis de lucha en el desierto del oportunismo.
Compañero
Que buscas en aquel tu sueño de convertir en este, un espacio colectivo para todos. Todos aquellos que estamos aquí, presentes cuando hay ausencia. Cuando el día es demasiado silencioso gritamos a una sola voz aquella consigna que tanto reivindicamos. Que tanto luchamos y que tanto anhelamos.
Eterna la noche, encontramos en ella esperanza de ver a la luna como destello en la oscuridad que ilumina el todo. Destello eterno que tu aprendiste de los soles pasados y de así nació el nuestro; como conjunto de la lucha de todos.
Solidaridad, camarada.
Con aquellas lagrimas que veo cuando se te llena la cara de lágrimas al sentir la emoción de ver a miles en una sola lucha, en una sola voz. Lucha con diferentes cantos siendo parte de una misma canción que bailamos mientras nacen de otras diferentes causas.
Tu canto se vuelve esperanzador.
Hombre con corazón de maíz
Hombre con corazón de maíz.
Habitante del campo y de la flor de la palabra.
Humano que lucha en ser parte de esa sinergia llamada ciudad
eterna en sus colonias.
Hombre de la tierra
Que si naces en ella; la trabajas.
Que, si se te fue arrebatada, la luchas.
Que, si tienes a la muerte frente a tus ojos, resistes.
Y si naces en una ciudad, la transformas.
Es en tu mirada, honesta y noble que aras el campo.
Y cuando buscan sembrar en la tierra, la amapola
agarras tu hoz y la unes a tus compañeros humanos.
Transformas el aire el dialogo en poesía
la poesía en organización
y la organización en acción
